La Polarización Inducida (PI) es una técnica de exploración geofísica que se utiliza para investigar la estructura y las propiedades del subsuelo. Esta técnica se basa en la aplicación de un campo eléctrico alterno en el subsuelo y la medición de la respuesta eléctrica inducida en el terreno. La Polarización Inducida puede detectar cambios sutiles en la distribución de cargas eléctricas en el subsuelo, lo que puede proporcionar información sobre la presencia y la ubicación de minerales, líquidos y otras estructuras geológicas.
Aplicaciones:
La Polarización Inducida se utiliza en una amplia variedad de aplicaciones geofísicas, como la exploración de petróleo y gas, la detección de contaminación del suelo y la caracterización de acuíferos. La técnica es no invasiva y no requiere la perforación de pozos, lo que la hace más segura y menos costosa que otras técnicas de exploración geofísica.