Un estudio de resistividad para Tierras Físicas consiste en medir la resistividad eléctrica del terreno en un área determinada con el objetivo de diseñar un sistema de puesta a tierra adecuado para instalaciones eléctricas.
La resistividad eléctrica es la capacidad del suelo para resistir el paso de la corriente eléctrica, y se mide en ohmios por metro (Ω/m). La medición de la resistividad se realiza mediante la colocación de electrodos en el suelo y la aplicación de una corriente eléctrica de baja intensidad entre los mismos.
El estudio de resistividad para Tierras Físicas se lleva a cabo para determinar la resistividad del suelo en la zona donde se ubicará la instalación eléctrica, lo que permitirá calcular el valor de la resistencia de puesta a tierra necesario para garantizar la seguridad eléctrica de la instalación. La resistencia de puesta a tierra es la medida de la capacidad del sistema de puesta a tierra para disipar las corrientes eléctricas de falla que puedan aparecer en la instalación eléctrica.